Aquellos maravillosos ídolos de masas

Aquellos maravillosos ídolos de masas

Aquellos maravillosos ídolos de masas

Siempre he escuchado que el “fenómeno fan” empezó con los Beatles. No sé si será verdad o no, pero a mí me gusta imaginarme a las señoras de  principios del siglo XX haciendo colas eternas y desmayándose en primera fila en los conciertos de Carlos Gardel. O las jóvenes nobles de la corte de Luis XVI cuchichando a espaldas de Mozart. Quiero creer que las fans han (hemos) existido siempre. 

Voy a cumplir 40 (ahora es cuando todos decís eso de ‘pues estás fenomenal, no los aparentas para nada’). Es decir nací en el 75, por lo que viví mi adolescencia entre finales de los 80 y los 90. Y he de confesar que hay cosas que no han cambiado entre las adolescentes de antes y las de ahora, algo que va intrínseco a la edad y es, a parte del pavo correspondiente, el babear por nuestros ídolos y empapelar las paredes de nuestra habitación con sus fotos. Que si ahora están las beliebers, directioners, o gemeliers, nosotras también teníamos nuestros ídolos (bueno, algo sí ha cambiado: teníamos mejor gusto y no éramos tan horteras con los nombrecitos). ¿Y cómo habrán resistido esos macizorros el paso del tiempo? Pues si queréis hacemos un repaso, siguiendo esta tradición tan de Glup Glup de ponernos nostálgicos y de recrearnos en el ¿qué fue de...? visto ya en artículos como Aquellos misteriosos mitos sexuales.

Los chicos de “Beverly Hills 90210: Sensación de vivir”.

Aquí había dos bandos, las que suspiraban por Brandon Walsh (interpretado por Jason Priestley) y las de Dylan McKay (Luke Perry). Yo he de confesar que era de las segundas, siempre me gustó más el chico malo, el díscolo, que el buenazo y blandito de Brandon (era una toda una rebelde). Curiosamente, los que menos fans tenían en aquella época (si es que tenían alguna) eran Brian Austin Green, el cual terminó casándose con toda una sex-symbol como Megan Fox (aunque finalmente se les ha roto el amor de tanto usarlo), e Ian Ziering, que ahora se pasa la vida de ciudad en ciudad, motosierra en mano, aniquilando las hordas de tiburones cabreados que caen del cielo.

¡Eh! Vosotras, las que me rechazabais en el West Beverly. Fijaos en el machito en el que me he convertido.

Mickey Rourke.

Que levante la mano la que no haya suspirado por el John Gray de “Nueve semanas y media”. Creo que es uno de los hombres más sensuales y sexuales que han pasado por Hollywood. Esa mirada pícara, ese no se qué que qué sé yo que desbordaba por los cuatro costados… que a las que nos pilló jóvenes y virginales, con el tiempo descubrimos que esa sensación que sentíamos en el estómago cuando le veíamos, en realidad era que nos ponía totalmente perracas. Con 62 años, el tiempo (el alcohol, las drogas, la cirugía, el boxeo…) no le ha sentado lo que se dice precisamente bien.

Las comparaciones a veces son realmente odiosas.

Axl Rose.

Otro malote de esos que nos gustaban tanto. Esos pantaloncitos cortos, esa camisa atada a la cintura, esos chalecos esos pendientes en forma de cruz en los pezones, esos movimientos encima de un escenario, esa cara aniñada y afeminada … todo eso sólo se lo consentíamos a él ¿Y por qué? Pues porque era un chico malo, un rockero, y eso, señoras y señores, era lo más. Lamentablemente, es otro ejemplo de que el tiempo (de mejor o peor manera) pasa para todos. Hoy tiene 53 años.

No voy a hacer comentarios, no voy a hacer comentarios, no voy a hacer comentarios…

Glenn Medeiros.

“Nothing’s gonna change my love for you. You ought to know by now how much I love you”. No. Lo siento. Yo a este siempre le  negué pertenecer al club de los sex-symbols. Le metería en el club de los pesaditos de los cojones. Ese vídeo, camisa abierta hasta el ombligo, dando un paseo al atardecer a la orilla del mar… esperad que me acaba de subir el azúcar y voy a vomitar. Incluso tuvo el valor de hacer una versión en castellano del temita, pero si de queréis ver el vídeo, ese os lo buscáis solitos, que yo ya he tenido suficiente. ¿Que por qué lo incluyo en la lista? Porque a muchas de mis amigas incomprensiblemente sí que les molaba. Porque en las televisiones y radios musicales sí nos lo vendían como un rompecorazones.

¿Y cómo ha madurado éste? Opinen ustedes mismos que tal lleva los 45 años.

Si cuando yo decía que no, era que no.

Nick Kamen.

Cantante al igual que el anterior. Prácticamente con un solo éxito, al igual que el anterior. Y, también al igual que el anterior, a mí no era el que más me emocionaba. Pero, a diferencia de Medeiros, “I promised myself” era una canción que en el fondo molaba, con su ritmo y esas cosas, no una noñez empalagosísima. Y Nick tenía unos ojos azules de morirte. Y era modelo (por favor, si no lo recordáis buscad el spot de Levi’s de 1985 de la lavandería). Y a día de hoy tiene 53 años, y…

No me importaría nada coincidir con él en un ascensor.

A mí siempre me gustaron esos herederos de James Dean, los rebeldes, los malotes, los tipos duros de entonces. Los de verdad, y no plagios baratos como el niñato de Justin Bieber ¿Pero dónde tienen el gusto las niñas de hoy en día?

 

Johnny Depp.

Las más jóvenes le habréis descubierto por su genial interpretación de Jack Sparrow, pero las que ya tenemos una edad le recordamos por morir a manos (o cuchillas) de Freddy Krueger en la primera entrega de “Pesadilla en Elm Street”. Después nos conquistó con papeles como “Cry Baby”, “Eduardo Manostijeras”, “Benny & Joon” o “¿A quién ama Gilbert Grape?”. Esa mezcla de mirada de chico tímido y sonrisa canalla ha enamorado a generaciones desde mediados de los ochenta hasta hoy en día. 30 años derritiéndonos por él. Con 52 años mantiene ese aire misterioso y rebelde que nos conquista (aunque de vez en cuando parezca que necesita una ducha).

Un tanto desastradillo, pero sin perder un ápice de encanto.

Jason Donovan.

Ex novio de Kylie Minogue. Rubio, blandito y ñoño. Vamos, que tampoco iba en mi lista. A mí si me das un australiano, que sea algo como Hugh Jackman. Al menos Kylie fue mejorando de gusto y eligió hombres como Michael Hutchence o Andrés Velencoso (ay omá qué rico). Jason ahora tiene 47 años, y aunque sigue sin ser mi tipo, he de reconocer que, el tiempo no le ha tratado mal.

No, no soy MacGyver, señora. Deje de decirme que le arregle el lavaplatos.

Rick Astley.

Sí, parece increible que este pelirrojo, pecoso, con cara de niño travieso y poquita cosa nos volviera locas. Yo hoy en día no me lo explico. Supongo que era ese aura de normalidad que le envolvía, de chico simpático con el que te podías tomar una cocacola. Y que en aquel entonces no teníamos un Ewan McGregor o un Michael Fassbender, con el que cubrir el expediente de pelirrojos. Hoy tiene 49 años, y es otro para mi gusto ha ganado con la edad.

Esa mezcla de chaval pillo con intelectual, le ha dado un no sé qué con los años.

Jon Bon Jovi.

Quien me conoce sabe que en una lista mía de este tipo no puede faltar. Nos conquistó con ese look ochentero de melena rubia cardada. Ojos azules, no muy grandes, pero pícaros. Los vaqueros y los pantalones de cuero se inventaron para que se los pusiera él. Y para que se los siga poniendo (y para que se los quitemos). Y rockero. A las adolescentes eso nos encantaba. Y a nuestras madres les horrorizaba. Madres a las que ahora también les gusta, porque este hombre atrae a mujeres de 20, de 40 o de 60. Porque a sus 53 años hay que reconocer que sigue estando tremendo.

Por cierto, muerte y destrucción a quienes le confundían con Joey Tempest.

Rob Lowe.

Era el guapo por excelencia. Nadie podía decir que no le gustaba. Mirada perfecta. Cuerpo perfecto. Sonrisa perfecta. Guapo, sin ser soso. Y a la vez que guapo, atractivo. Y elegante. Y caía bien. Vale, como actor tampoco era para tirar muchos cohetes ¿pero acaso eso era algo imprescindible? Para mí es el claro antecesor de Matt Bomer (he de investigar si no compartirán algún gen). 51 años tiene hoy en día. Y no, no os voy a enseñar cómo ha envejecido porque este hombre no envejece. Este hombre reposa, madura, crea solera, lo que queráis, pero lo que se dice envejecer, parece que no. Cómo está el jodío!

Ponga aquí comentarios a su gusto __________________________________________ que los míos no se pueden reproducir en horario infantil.

Hay dos que he estado a punto de incluir y finalmente les he descartado.

Uno de ellos era Patrick Swayze , que nos conquistó a todas en la serie “Norte y Sur” (siempre recuerdo a mi amiga Amaya imitando cómo intentaba conquistar a Madeline) y en papeles como Darrel Curtis en “Rebeldes” o Johnny Castle en “Dirty Dancing”. Pero me sigue dando mucha pena su fallecimiento y el no poder poner fotos del “antes y ahora”.

Y el otro el Tom Cruise. Que no le he incluido porque no me da la gana. Porque no le soporto. Ni a él ni a su sempiterna sonrisa. Que el día que se le encaje la mandíbula la que se va a reír soy yo.

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Este artículo lo ha escrito...

Olga Andérez

Olga Anderez (Santander, 1975). Secretaria y contable afincada en Madrid que, a la vista está, se mete en cualquier embolado que se le cruza en el camino. Fanática de las redes sociales y del... Saber más...