El cine, en lo que a padres se refiere y aunque no lo parezca, va más allá de Star Wars y su relación paterno filial venida del lado oscuro. Como sabemos que la sobremesa del día del padre se hace larga, te ofrecemos opciones para pasar la tarde junto con uno de estos alter ego cinematográficos a los cuales no tendrás que regalar una corbata ni un cenicero de arcilla.

Boyhood.

El padre que da lecciones y consejos sobre la vida es uno de los personajes principales de la película de Richard Linklater. Doce años de la historia de una familia en tiempo real que, además de lo novedoso a nivel narrativo, tiene como padre a un Ethan Hawke dando mantras vitales a sus hijos durante su infancia, adolescencia y primera juventud, siendo además el único, como si de un primo de Jordi Hurtado se tratara, que no envejece en toda la película.

Big Fish.

Aquí tenemos al padre gruñon y “batallitas”, dirigida por Tim Burton, fue una película de encargo para el director justo al poco tiempo de fallecer su propio progenitor. Cuenta la historia de un hijo que va a visitar a su padre enfermo con el que no se lleva muy bien. Rememorando las historias de corte fantástico que le contaba vemos como su relación se va integrando a través de las mismas.

The Royal Tenembauns.

Wes Anderson nos muestra con su habitual estética una familia un tanto peculiar, patriarcada por un padre de esos que siempre te meten en problemas. Royal Tenembauns, que se reúne en la casa familiar con toda su prole, donde los jóvenes y brillantes hijos de la familia hacen recuento de una vida llena de éxitos, fracasos, secretos y decepciones de las que culpan a su padre y a su actitud hacia ellos.

The other F word.

Un maravilloso documental sobre música y paternidad (en producción su versión en película con Jason Segel), basado en libro escrito por el cantante de Pennywise contando su experiencia para compatibilizar ser padre con el punk. Participa gente de grupos como Nofx, Black Flag o Adolescents, mostrando como se puede llevar cresta y ser un excelente padre de familia, divertido y entrañable a partes iguales.

Matar a un ruiseñor.

El padre tierno y autoritario. Basada en el libro de la recientemente fallecida Harper Lee, la relación de Atticus Finch con sus hijos, narrada desde el punto de vista de su hija de seis años, es un relato sobre los conflictos raciales en el sur de Estados Unidos y un cuento sobre la perdida de la inocencia y las relaciones familiares.

Blade Runner.

El padre omnipotente y omnipresente, la película de ciencia ficción filosófica que todo ser humano debe de ver al menos una vez en la vida. Nos muestra la paternidad de un creador que dota de una historia a sus criaturas pero no de unas emociones que les permitan interiorizarla, una claro ejemplo de la importancia de una relación paterno filial de apego.