¿Te has dado cuenta de que tus botas de agua fashion hacen que parezcas una jirafa andando? Sí, sí, esas que te compraste para emular a las famosas más guays del paraguay y que por supuesto a ellas les quedan fenomenal, pero cuando te las pones tú, alma de cántaro, parece que estás pisando uvas. Bueno, a mí me pasó lo mismo, por lo que al final claudiqué y volví a mis botas Panamá Jack de toda la vida para los días de cuasi-lluvia.

Admitámoslo, en España llover, llueve poco, así que las que compramos botas de agua para lucirlas tenemos que ponérnoslas a la mínima que se esconde el sol, porque, ya sabes, lo mismo luego llueve. En fin, que después de pasarme un invierno caminando por las calles de la ciudad con mis botas de agua cuquis cuando amanecía nublado, decidí que mejor caminar con unas botas normales y corrientes los días de lluvia que estar lamentándome del dolor de gemelos por andar a lo jirafa. Ya sabéis que yo soy reciclator total, así que después de intentar donárselas a mi hermana y a mi prima la de Albacete, decidí que tenía que hacer algo útil por la humanidad con esas botas. Resultado: macetobotas. ¿Para qué vas a comprarte un tiesto cuando tienes unas botas de agua que no te pones? Pues eso me dije yo.

El proceso es apto para cualquier nivel intelectual. Y el resultado es bastante aparente. Lógicamente, cuanto más colorida sea la bota, más vistoso será el resultado final. Pero no te preocupes, si tienes unas botas verdes tipo Álvarez Cascos en modo pesquero, siempre puedes intentar hacerles unos dibujos molones para disimular.

Pero, a lo que vamos. Aquí lo importante es cómo convertir una bota de agua en una macetobota como estas:

Dile adiós para siempre a tus botas haciendo unos drenajes en la suela.

Introduce cuidadosamente y con mucho mimo tierra para macetas.

Poner unas bonitas flores o plantas en la parte superior de tu exbota.

Regar con amor.

Más inspiración para tu macetobota: