Canciones para curar un corazón roto

Canciones para curar un corazón roto

Canciones para curar un corazón roto

¿No sabes quién te va a curar el corazón partío? Pues tú, y el musicón que te proponemos hoy para terminar de pasar ese mal trago y transformarte en un ave fénix que renazca de sus cenizas. Basta de helados, de lágrimas y de lamentaciones, es hora de coger tu micrófono y prepararte para dar el Do de pecho.

Cuando te rompen el corazón solo te apetece escuchar a Adele o a Damien Rice (o, en determinados casos, a Camela) pero, unos días/semanas/meses/años (glups) después, lo suyo es darle al play a canciones llenas de energía, buen rollo, fuerza y alegría. De esas que te hacen levantar de un salto de la cama y descorrer las cortinas de golpe, como una auténtica chica Special K.

El poder de la música es INMENSO. Para mal (escuchar Nothing compares to you, de Sinéad O'Connor, sola en tu habitación un sábado a las tres de la mañana, media hora después de haber visto en Facebook la última foto de él con ella en la playa, debería considerarse deporte de riesgo) y para bien. Para bien por canciones como estas, las cuales después de escucharlas te impulsarán a cerrar la tapa del ordenador y hacer desaparecer la foto de ellos sonriendo abrazados (tres filtros mediante) en la playa y darte cuenta de que si él no quiere estar contigo pues no quiere estar contigo (es simple pero, a menudo, difícil de comprender y de aceptar) y que hay billones de motivos en tu mundo: tu familia, tus amigos, unas cañas al sol, los helados de chocolate con trocitos, la profesión de tus sueños, salir esta noche de fiesta, un perro lamiéndote la mano, Hugh Jackman sin camiseta... para sonreír y tirar para adelante.

Es fácil de decir. Cuesta. Pero, tras ese requetedestrozo de corazón, probablemente tú ahora seas más fuerte.

Aquí unas cuantas de esas canciones que pueden ayudar, y mucho, a dejar de analizar compulsivamente su última hora de conexión (en serio, hay cosas en el mundo más interesantes que mirar. Una foto de Hugh Jackman sin camiseta, por ejemplo), a pegar un brinco de la cama y a creerte strong enough.

STRONG ENOUGH. Cher.

Si Cher no es una diva, yo no sé quién lo es (vale, Beyoncé). Si Cher puede decirle, en voz bien alta, que es lo suficientemente fuerte como para vivir sin él, ¿por qué tú no?

Cause I'm strong enough to live without you
Strong enough and I quit crying
Long enough now I'm strong enough to know you gotta go

 

Strong enough. Digna frase para tatuarse una en el brazo. O, al menos, en el cerebro.

¿DÓNDE ESTABAS? Amaia Montero.

Sí, lo sé. ¿Amaia? Sí, Amaia.

Aparte de sus canciones de jersey de lana cubriéndole las manos mientras pasea por la playa tiene alguna canción como esta que oye, mira tú. Tal vez no te dé el subidón de Cher, ese de descorchar el champán mientras bailas entre cascadas de confeti (me he venido arriba), pero puede comenzar a levantarte y eso ya es algo.

Aprendí sin más remedio,
sobreviví

 

NI TÚ NI NADIE. Fangoria.

Este sí. Temazo, TE-MA-ZO. De los de que, en ocho segundos, estás pegando botes y pensando que eres la leche.

Qué fácil es atormentarse después
Pero sobrevivir
sé que podré sobrevivir
 

Perfecta para corear con tu amiga cogida del hombro y una cerveza en la mano. Subidón subidón.

RESPECT. Aretha Franklin.

Aretha, Aretha, Aretha. Siempre Aretha.

Prueba a ponerte este pedazo de canción por la mañana, mientras te arreglas frente al espejo. ¡Magia!

R-E-S-P-E-C-T
Find out what it means to me
 

Toma frase. Y en 1967.

DANCING WITH MYSELF. Nouvelle Vague.

Una chica preciosa va bailando sola por ahí. Como dice Manolo García: "Si tengo ganas de bailar, ¿para qué voy a esperar?". Pues eso.

Well, there's nothing to lose and there's nothing to prove
I'll be dancing with myself
 

La versión de Billy Idol, más cañera, también mola bastante.

QUÉ GANAS DE NO VERTE NUNCA MÁS. La India.

Nos ponemos culebrenescos con esta canción que da ganas de coger el micro, mientras miras a esa persona, que está sentada justo ante ti, (estupefacto ante la arrebatadora belleza que desprendes esta noche, días después de haberte dejado) y cantársela en todo el morro. Emmm, ¿despecho? Algo tal vez. Pero sentaría tan bien.

Qué ganas de no verte nunca más
Qué ganas de cerrar este capítulo en mi vida
Donde fuiste una mentira
y nada más
 

ESE HOMBRE. Rocío Jurado

Mira, ya que hemos pisado terreno kitsch vamos a entrar del todo. La más grande canta con mucha rabia y desprecio esta canción, perfecta para mirarlo a los ojos y pensar que, por fin (y ya era hora), te das cuenta.

Es un gran necio,
un estúpido engreído,
egoísta y caprichoso,
un payaso vanidoso,
inconsciente y presumido,
falso enano rencoroso
que no tiene corazón.
 

Pues sí, se ha quedao a gusto.

TITANIUM. David Guetta ft. Sia.

Todo aquel que ha cantado a gritos esta canción en la discoteca, a las cuatro de la mañana, se ha sentido el rey del mundo (y sin ser Leo). Y se lo ha creído. Y eso es genial.

You shoot me down but I won't fall I am titanium
 

Claro que sí.

NO MORE TEARS (Enough is enough) Barbra Streisand ft. Donna Summer.

Temazo entre temazos. Pocas canciones hay tan PODEROSAS (sí, con mayúscula. Y subrayado. Y en negrita) como esta. Escúchala y lo entenderás todo.

Just look him in the eye and simply shout:
Enough is enough
 

Escúchala. En serio. Cuando estés sentada en casa mirando el teléfono sin pestañear porque él dijo que te llamaría esta tarde y ya son las once y media de la noche y el único whatsapp que te ha llegado ha sido de tu madre preguntándote que si has cenado las croquetas que te preparó.

Escúchala. Te van a venir todas las ganas de sacudirte el polvo y de comerte el mundo. ¡Prometido!

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Este artículo lo ha escrito...

Lorena Gilmore

Lorena Gilmore (Granada, 1989). Salvaje y positiva. Amante de viajar y del rock and roll. Feliz licenciada en Periodismo y feliz maestra de Primaria (sí, mucho que ver). Comparo... Saber más...