Según se va acercando la noche de los Oscars más películas suculentas alimentan la cartelera de los cines. Como ya he comentado en otras ocasiones, el precio casi prohibitivo de las entradas hace que tengas que elegir muy bien la película, guiándote por tu instinto, para no malgastar el dinero. Pues bien, cuando elegí ir a ver La gran estafa americana mi instinto estaba de copas.

La película trata sobre la vida de un estafador, Irving Rosenfeld, interpretado por Christian Bale en su más descuidada interpretación, fisicamente hablando. Un tipo que desde pequeño no le queda más remedio que buscarse la vida a base en engaños y artimañas relacionadas primero, con el mundo de las obras de arte y más tarde, con los préstamos financieros. Es aquí donde empieza a sacar mucha tajada a pequeña escala y consigue llevar una vida acomodada.

En su camino se cruza Amy Adams que, a pesar de la pinta de Torrente que tienen Christian Bale, se siente atraída por él y una cosa lleva a la otra... hasta que acaban siendo pareja fuera y dentro del negocio. Ella, utilizando su magnetismo personal, encandila a los futuros timados que acuden al falso despacho de Irving Rosenfeld pidiendo un préstamo a una entidad extranjera, para lo cual deberan adelantar los honorarios del impostor. Todo es alegría y color, hasta que se cruza en su camino Richie DiMaso, un jóven agente del FBI interpretado por Bradley Cooper, que busca su "gran caso". Y como no lo encuentra, se lo inventa a base de inolucrar a políticos para luego hacerse la foto mientras los detiene.

Y de eso va la peli. Podría acabar aquí la crítica sino fuera por el plomazo de casi tres horas que tienes que soportar esperando descubir de que va realmente la película. Si de los estafadores y su relación. Si de la joven promesa del FBI y su relación con el villano. Si de como la sociedad se puede corromper con maletines de dinero. Si de los años 70. Si de la adicción al tabaco que tiene la abuela de alguien. No lo entiendo, pero en algunos momentos me despisté tanto de la peli que empecé a pensar en mis cosas, y cuando eso pasa, es que la peli no es muy buena.

Me pasé toda la película esperando ese gran plan de la banda que activa la película y te hace montarte en un vagón y viajar hasta el final de la cinta a toda velocidad, descubriendo cada pista y solución. Pues eso no pasa. También esperé una gran escena final entre los protagonistas que diera paso al desenlace con un gran truco maestro que pone la guinda a todo. Eso tampoco pasa. Y finalmente esperé que cuando ya estaba a punto de terminar se descubriera que el público ha estado engañado toda la película y que no era lo que esperabas. Eso si pasó. Porque la peli es infumable. No hay diálogos fluidos, no hay un guión sólido, ni una idea clara de lo que se quiere contar. Una manera de rodar un tanto plana que hace que a la mitad de la película te cueste seguir queriendo verla.

En cuanto a los actores, para mí, la única que destaca un poco por encima de los demás es Amy Adams. Se la ve muy metida en el papel y no chirría en su simbiosis con el personaje, a pesar de los esfuerzos de los encargados de vestuario con ponerla vestidos que la hacen actuar enseñando un 65% de teta en CADA PLANO DE LA PELÍCULA. ¿De verdad en esa época las mujeres de negocios iban así vestidas enseñando esa cantidad de pechuga? Así no hay quien trabaje. Aun así, lo aplaudo.

Del resto, tenemos a Bale (el actor) en la que NO es para nada, ni de lejos, ni desde Parla, una de sus mejores interpretaciones. Se apoya en su increible apariencia para descuidar su soltura y mirada habitual que te hace entrar en trance como en otras películas (vease "The Fighter"). Por cierto, desde aquí una pregunta al equipo de doblaje: ¿por qué cambiarle la voz a Bale despues de treinta películas con la misma? Muy chungo. En la misma línea tenemos a Bradley Cooper que parece que con ponerse los rulos y perder los papeles un par de escenas ya se ganó el pan. Muy muy lejos del entrañable loco que me encandiló hará un año con su papelazo en "El lado bueno de las cosas".

Y hablando de esta peli, ¿Os he contado que en La gran estafa americana sale Jennifer Lawrence? Ya decía yo que me dejaba algo. Pues sí amigos, la ganadora del Oscar de la academia de 2013 aparece en esta película haciendo un gran papel secundario como la mujer despechada de Bale, que le pega menos que a Resines hacer de Batman. Demasido joven, demasiado desnivelada, demasiado loca... No sé lo que es, pero no cuadra algo. Sinceramente creo que el problema no es ella, es el papel que le ha tocado. Una mujer loca, rara, que vive de su marido que no la quiere, ella lo sabe pero no quiere verlo, pero lo ve, y le ayuda pero luego le traiciona... Demasiado complicado para lo simplona que es la peli. Jennifer merecía un papel mejor ahora que está on fire.

Voy a utilizar una única línea para mencionar el infame papel de Jeremy Renner como el alcalde Carmine Polito. De lo peor de la peli.

En definitiva, nos la han colado. No puedo entender como puede haber recibido tantos premios esta película y estar nominada a tantos Oscars. A lo mejor es que en Europa no se entiende la trama, o no nos llega, pero de verdad que no ha sido por esfuerzo. Fui al cine dispuesto a ver una de esas pelis americanas que te cuentan sus historias de siempre, de política, mafia o rock&roll. Pero salí de allí habiendo visto a un grupo de actores naufragando en una historia que, a fin de cuentas, no le importa ni le impresiona a nadie.